13 de Octubre - 13:27hs
Cine
Eduardo Pinto estrena "Caño dorado", un filme de amor marginal
Protagonizado por Lautaro Delgado, Tina Serrano, Yiyo Ortiz y Camila Cruz, el segundo largo de ficción de Pinto es un proyecto que nació a fines de 2001, en plena crisis socioeconómica, cuando el director leyó una noticia en un diario que daba cuenta de la detención de un hombre que fabricaba armas en un taller hogareño.
Producida por Omar Jadur (quien ya había colaborado con Pinto en el cortometraje "Negro" y en "Palermo Hollywood"), la película describe el drama de Panceta, un obrero metalúrgico que a causa de la crisis busca sobrevivir y darle de comer a su familia fabricando armas en una herrería escondida en el fondo de su casa.
"El protagonista llega a ese lugar de delincuencia y marginalidad por la presión social y la falta de posibilidades económicas que tiene para subsistir" señaló el director, y añadió: "A veces, uno llega a ser marginal casi sin darse cuenta".
Luego de autoinfligirse una herida en su trabajo, Panceta lee con entusiasmo en el horóscopo que le espera un buen negocio, que tendrá un golpe de suerte en el amor y que iniciará un viaje inesperado.
Esa misma noche conoce a Clara, con quien va a emprender lo que podría ser el principio del resto de sus vidas: un viaje liberador, una fuga hacia adelante, al río, a la naturaleza, donde el sexo es duro y a la vez tierno y la violencia cotidiana parece quedar atrás.
Aunque una pregunta posa una sombra sobre esta odisea que oscila entre la estilización visual y el realismo sucio y curtido del nuevo cine argentino: ¿adónde escapar cuando el destino está escrito?
Una primera etapa del rodaje se realizó en locaciones reales del barrio San Jorge, en la localidad bonaerense de Don Torcuato, y otra tuvo lugar en ríos y arroyos de verde Villa Paranacito, en la provincia de Entre Ríos.
Autor de numerosos videoclips para artistas como León Gieco, Catupecu Machu, Leo García, Los Nocheros y Diego Torres, entre muchos otros, el director explicó que el título de su película nace por un lado del nombre que reciben popularmente ciertas armas de fabricación casera.
"Caño", "tumbera" o "pajera" son las denominaciones populares que reciben estas armas caseras -caños de cobre o hierro munidos de un percutor-, que generalmente son las primeras que algunos delincuentes pueden comprar en villas y barrios bajos.
"Por otra parte -explicó Pinto- el título de la película surge de un sueño que tiene el protagonista, de su lado espiritual, porque es un hombre que tiene un objetivo más allá de su mundo oscuro y marginal, y sueña que se va a un río a pescar un pez dorado".
Con música de Pity Alvarez, Estelares y Karamelo Santo, "Caño Dorado" es "una historia de amor, un drama, pero por otro lado tiene la subtrama de un policial", dijo el cineasta.
Pinto se inició en el cine a los 16 años, haciendo grabaciones caseras con una cámara de su padre, y luego -bajo el padrinazgo del reconocido fotógrafo Salvador Melita- trabajó en varios filmes como eléctrico, asistente de cámara y director de fotografía, antes de convertirse en director.
CINE
La ley de la calle
Crítica “Caño dorado”. Una violenta y vertiginosa historia suburbana, con grandes actuaciones.
- 13.10.2011 | Por M.F. mfrias@clarin.com
Caño dorado -título que no remite a un cabaret sino a las escopetas que fabrica Panceta y a su deseo de pescar dorados- combina la eléctrica estilización de Pinto (propicia para el ambiente que describe) con un realismo sucio que remite, al menos en la construcción de personajes, al cine de Adrián Caetano. La trama, que no condesciende a la mera denuncia social, incluye acción, suspenso y un romanticismo intenso y rústico, como les cuadra a estos personajes. Delgado compone a un ser que sólo puede fugar(se) hacia adelante, cargado, siempre, de adrenalina.
Con música de Pity Alvarez, Karamelo Santo y Estelares, Pinto se regodea -al estilo Ciudad de Dios , sí, pero también al estilo Palermo Hollywood - con frenéticos planos secuencia, extraños encuadres y reencuadres, deliberados desenfoques y bruscos cambios de ritmo, que incluyen la ralentización extrema. Entre calles sórdidas, peligrosas bailantas, y alusiones a la devoción por el Gauchito Gil, los personajes transitan -en realidad parecen atrapados- un mundo duro y excesivo. El modo que tiene Pinto de crear ficciones.
Ficha
Caño dorado
Drama/Accion (Arg., 2008) 100’ SAM 16 Dir Eduardo Pinto Int Lautaro Delgado, Tina Serrano Salas Gaumont, Arte Cinema
Muy buena
Caño dorado
Martes 21 de junio | 19 hs.
Auditorio “Jorge Luis Borges”
Auditorio “Jorge Luis Borges”
Caño dorado, de Eduardo Pinto (2009)
FUNCIÓN PREESTRENO
Es la historia de Panceta, un joven obrero de los suburbios del Gran Buenos Aires. Vive con su madre, su padre falleció y ambos lo extrañan en demasía. La vida de Panceta se centra en el trabajo, a cargo de una herrería heredada de su padre y un empleo en una fabrica de caños. Pero su ambición desmedida por el dinero lo encuentra fabricando armas y vendiéndolas en los barrios marginales. Novato e inconsciente del peligro se enfrenta a las fauces del hampa.
Panceta conoce a Clara, una jovencita que trabaja en una sociedad de fomento. Se enamoran y deciden iniciar un viaje liberador por el río. Un hombre enamorado se transforma en una presa fácil para sus enemigos.
Aquello que se inició como un juego comenzará a oscurecerse hasta las consecuencias más trágicas y tormentosas.
“¿Cuánto tarda una persona en cruzar un límite? Pasar de un estado de cordura a la locura, de la pobreza a la riqueza, del amor al odio. Algunos tardan toda su vida, otros, segundos. Otros jamás lo cruzan. Nuestro personaje emprende un viaje inconsciente de un estado de legalidad a otro de ilegalidad.
La ley protege a los individuos. Pero a veces estas leyes se esfuman en el lejano suburbio del Gran Buenos Aires. Caño dorado es la historia de un joven suburbano que se roza con el delito. El honor convive con el delito, siempre juega como variable. El respeto incondicional a La madre y El padre. La familia no se negocia. Todo lo demás sí.
Caño dorado es un viaje por el limbo entre el bien y el mal. Es un viaje de ficción y documental, ante decorados reales, apenas intervenidos con personajes, colores y situaciones que se confunden entre ese límite de realidad y ficción. Es una pintura del hombre suburbano, que se inventa día a día para subsistir. Inventa su amor, su trabajo, su pasión, su fe.
La realidad es áspera, difícil. Ante este panorama, la fe se transforma en usina de vida. Santos y vírgenes mezclados en un gran cuadro.
Fuego, agua y sangre, mezcla de colores y formas donde el amor por Clara es refugio de Panceta, nuestro personaje principal; desde su mirada se cuenta la película.
Un cuadro de rojo, celeste y blanco donde no existen buenos ni malos. Todos mezclados como personajes del Bosco. Donde cada uno hace lo que puede para sobrevivir, para sacar su mejor tajada.
Caño es una invitación a esta pintura surrealista de una realidad argentina que pocos conocen. Caño Dorado es el descontrolado viaje de Panceta hacia el otro lado de la ley.” Eduardo Pinto
Ficha técnica y artística:
Elenco: Lautaro Delgado, Tina Serrano, Camila Cruz, Yiyo Ortiz, Alfredo Bertazzoni, Luis Campos, Sergio Ferreiro, Esteban Mihalik, Corina Romero, Omar Fanucci.
Guión y Dirección: Eduardo Pinto
Producción general: Omar Jadur
Productor asociado: Antony Sole
Fotografía: Daniel Sebastián Ortega
Arte: Sergio Hernández
Asistente de Dirección: Julieta Ledesma
Montaje: Mariano Dawidson
Maquillaje: Dolores Sosa
Vestuario: Natalia Alayon Bustamante
Coauh actores: Esteban Mihalik
Jefe de Producción: Marcelo Martín
Productores ejecutivos: Adela Larreta, Nicolas Batle
Sonido: No Problema Sonido
Colaboración autoral: Oscar Luna, Martín Maisonave
Música: Fabián Picciano, Pity Álvarez, Karamelo Santo, Estelares.
FX: Piromanía efectos especiales
Productora: No problem cine (Argentina) / ABS-productions (España)
www.caniodoradolapelicula.blogspot.com
CRITICA
Caño Dorado
Marginalidad con onda
Por Emiliano Basile
Caño Dorado (2010) impone desde su estética una nueva manera de concebir la marginalidad. Dirigida por Eduardo Pinto y protagonizada por Lautaro Delgado,el
filme nos introduce en una violenta zona en el Delta del Tigre donde se
desarrolla una historia cargada de crimen y erotismo.
El relato nos trae a
Lautaro Delgado
en la piel de Panceta, un traficante de armas que realiza
artesanalmente con caños y máquinas de tornería en Don Torcuato. Su vida
llega a límites borders cuando se mete con la nieta de 16 años
de un hombre respetado en el vecindario. Huyendo por el Delta deberá
ocultarse de la policía y del tipo más peligroso de la zona.
El film de Eduardo Pinto retrata la vida en el conurbano bonaerense pero, a diferencia de otros directores como Caetano, Trapero o Campusano, Pinto impone una estética suburbana. Una estética que destaca colores y contrastes en cada escena, articulados con un ritmo de edición arrollador, más semejante a Ciudad de Dios (Cidade de Deus, 2002) que a producciones locales.
Y esto sucede porque Caño Dorado es pura adrenalina. Nunca el cine sobre marginales tuvo tanta onda como en este filme, donde “lo marginal” no está visto como algo exótico con largos planos descriptivos y contemplativos, sino que se narra una historia dentro de ese universo, con componentes de tragedia, amor, traiciones y lealtades, los famosos códigos del barrio y su dialecto.
Además la película se permite introducir un pequeño homenaje a Hitchcock con el dueño voyeur de un motel que se fascina con el erotismo de sus protagonistas. Por otra parte, Lautaro Delgado se destaca transformándose en este outsider, convirtiéndose en un antihéroe muy particular.
Caño Dorado, que se presentó anteriormente en la Competencia Latinoamericana del Festival Internacional de Mar del Plata, impacta más desde lo visual que desde lo narrativo y con eso le alcanza para ser una propuesta interesante y procaz.
Crítica de Caño dorado
17/12/2009
El film de Eduardo Pinto retrata la vida en el conurbano bonaerense pero, a diferencia de otros directores como Caetano, Trapero o Campusano, Pinto impone una estética suburbana. Una estética que destaca colores y contrastes en cada escena, articulados con un ritmo de edición arrollador, más semejante a Ciudad de Dios (Cidade de Deus, 2002) que a producciones locales.
Y esto sucede porque Caño Dorado es pura adrenalina. Nunca el cine sobre marginales tuvo tanta onda como en este filme, donde “lo marginal” no está visto como algo exótico con largos planos descriptivos y contemplativos, sino que se narra una historia dentro de ese universo, con componentes de tragedia, amor, traiciones y lealtades, los famosos códigos del barrio y su dialecto.
Además la película se permite introducir un pequeño homenaje a Hitchcock con el dueño voyeur de un motel que se fascina con el erotismo de sus protagonistas. Por otra parte, Lautaro Delgado se destaca transformándose en este outsider, convirtiéndose en un antihéroe muy particular.
Caño Dorado, que se presentó anteriormente en la Competencia Latinoamericana del Festival Internacional de Mar del Plata, impacta más desde lo visual que desde lo narrativo y con eso le alcanza para ser una propuesta interesante y procaz.
Crítica de la película Caño dorado por William Munny
Suburbano
Crítica de Caño dorado
por William Munny
17/12/2009
Esto es una precrítica.
El crítico aún no ha visto la película. Si quieres saber más sobre esto accede aquí: ¿Qué es una precrítica?.
Esta
película tiene los mimbres de un cine pensado no para denunciar sino
para mostrar una situación, a modo de historia gris pero bonita, la vida
de muchos hombres y mujeres suburnanos, llamados así porque se supone
no entran en los planes de la sociedad moderna y de recursos que les vio
nacer pero no les alimentó porque no había para todos. Mostrar esto con
una historia de ficción tiene el peligro constante de forzar la
realidad, y no superarla.
La intensidad de sus personajes vendrá de la mano de una muestra sincera del día a día y de las ocurrencias por subsistir, a costa de lo que se necesite, quebrantando normas que no valen en mundos paralelos donde estas no hacen falta. Pero como decía antes, el peligro está en no parecer real en cuanto tomas contenidos poéticos del cine y construyes una historia así, de la calle. En el momento exacto en el que el ritmo sea bueno, el caer de los planos hasta provocado y los acontecimientos mienbros de una intención de estructura esta magia marginal se pierde, y simplemente nos encontraremos ante una película normal, mejor o peor pero normal.
Creo que esta en concreto mantendrá la promesa de mostrar lo crudo, desde lo hondo, pero también creo que cuando lo necesite recogerá recursos de cine y se alejará de esta idea para redondear el film. La redondez, cuando se trata de plasmar fidedignamente no vale, porque las cosas allí abajo no son redondas, para nada. A pesar de mis miedos será decente y será complaciente.
Dos exponentes del thriller urbano argentino tuvieron estreno en Inglaterra la semana pasada.
En cines, tuvo lugar el lanzamiento de “Carancho“, de Pablo Trapero, con Ricardo Darín y Martina Gusman.
La película recibió muy buenas críticas (aunque no hay, de momento, datos de su desempeño en la taquilla).
También tuvo su edición en DVD en Gran Bretaña la película “Caño Dorado“, de Eduardo Pinto.
“Caño Dorado” se editó en formato hogareño el pasado 5 de marzo, y también recibió muy buenas críticas de medios locales.
Historia realimentada de violencias
En "Caño dorado", Panceta es un joven obrero que trabaja en una fábrica de caños de luz y vive con su madre, viuda en los suburbios del Gran Buenos Aires. Con los sobrantes de los caños, fabrica en la herrería que ha heredado de su padre armas caseras que vende a los delincuentes, entre ellos al Tacom, un capo mafia del ambiente de las bailantas.
Se considera Panceta una especie de moderno Robin Hood a través de su negocio, pero está encantado del dinero que obtiene. Un día se enamora de Clara, una adolescente que trabaja en una sociedad de fomento, y la invita a ir a pescar. La familia de ella, que ignora su paradero, recurre al Tacom, quien no simpatiza precisamente con Panceta y a la vez está también atraído por Clara.
El estilo del film de Pinto combina una primera parte de estilo documental, con un montaje febril, y se vuelve más ficticio hacia el final. Se nota la influencia de la previa experiencia de su autor en la publicidad y los video-clips musicales. No en vano Eduardo Pinto fue galardonado en los premios MTV por "Color esperanza", de Diego Torres. Destaca en esta oscura y pesimista historia la interpretación del actor Lautaro Delgado (Panceta).
"Caño dorado", que se presentó hace un año en el Festival de Mar del Plata, tiene ahora en este certamen alemán su oportunidad internacional. Para su director, que escribió también el guión, su película habla de "una realidad áspera, difícil. Ante este panorama, la fe se transforma en usina de vida. Santos y vírgenes mezclados en un gran cuadro. Fuego, agua y sangre, mezcla de colores y formas donde el amor por Clara es refugio de Panceta, nuestro personaje principal, desde su mirada se cuenta la película. Un cuadro de rojo, celeste y blanco donde no existen buenos ni malos. Todos mezclados como personajes del Bosco. Donde cada uno hace lo que puede para sobrevivir, para sacar su mejor tajada. La película es una invitación a esta pintura surrealista de una realidad argentina que pocos conocen".
Más dilata ha sido al experiencia internacional de "La sangre y la lluvia", una de las más ambiciosas novedades del cine colombiano en 2009. Filmada durante una larga noche bogotana, reune a un taxista cuyo hermano fue víctima de un arreglo de cuentas entre bandas callejeras, y corre riesgo de sufrir la misma suerte, y su "clienta", Angela, una "princesa de la noche" adicta a la droga. Dos seres desconocidos hasta entonces que comparten un destino trágico.
El debutante Jorge Navas exhibe una maestría en la realización, con bellas imágenes que arropan una historia sencilla pero que atrapa, a pesar de algunos pequeños fallos de guión. Prometedora resulta la interpretación de Gloria Montoya.
La intensidad de sus personajes vendrá de la mano de una muestra sincera del día a día y de las ocurrencias por subsistir, a costa de lo que se necesite, quebrantando normas que no valen en mundos paralelos donde estas no hacen falta. Pero como decía antes, el peligro está en no parecer real en cuanto tomas contenidos poéticos del cine y construyes una historia así, de la calle. En el momento exacto en el que el ritmo sea bueno, el caer de los planos hasta provocado y los acontecimientos mienbros de una intención de estructura esta magia marginal se pierde, y simplemente nos encontraremos ante una película normal, mejor o peor pero normal.
Creo que esta en concreto mantendrá la promesa de mostrar lo crudo, desde lo hondo, pero también creo que cuando lo necesite recogerá recursos de cine y se alejará de esta idea para redondear el film. La redondez, cuando se trata de plasmar fidedignamente no vale, porque las cosas allí abajo no son redondas, para nada. A pesar de mis miedos será decente y será complaciente.
“Carancho” y “Caño Dorado” en Inglaterra
En cines, tuvo lugar el lanzamiento de “Carancho“, de Pablo Trapero, con Ricardo Darín y Martina Gusman.
La película recibió muy buenas críticas (aunque no hay, de momento, datos de su desempeño en la taquilla).
También tuvo su edición en DVD en Gran Bretaña la película “Caño Dorado“, de Eduardo Pinto.
“Caño Dorado” se editó en formato hogareño el pasado 5 de marzo, y también recibió muy buenas críticas de medios locales.
Historia realimentada de violencias
en un áspero mundo marginal
|
La marginalidad es un tema que siempre le ha preocupado
al cine argentino. Producciones como “La tumbas” (1991) y
“Crónica de un niño solo” (1964) son muestras de ese mundo para
muchos alejado de la realidad. No obstante esta realización de Eduardo
Pinto, en la doble condición de guionista y realizador, redobla el tema
marginal desde la mirada del tercer milenio.
El filme, cargado de violencia y realidad, narra
aspectos de la vida de Panceta, un traficante de armas que escudándose
en su herrería fabrica artesanalmente caños dorados, un arma “tumbera”
de gran popularidad en el conurbano bonaerense. Tina Serrano compone el
personaje de La madre de Panceta con soltura, viviéndolo de lleno
en la piel de esa progenitora que no sabe en qué anda su hijo. La historia se
va a retroalimentar de violencia cuando Panceta se escapa por el Delta
con una adolescente de 16 años, nieta de un hombre respetado en el vecindario.
Huyendo por riachos y ríos de la zona deberá esconderse de la policía y
resguardarse del tumbero más peligroso de la región, quien lo busca para
aplicar la justicia a Panceta, según los códigos propios de un mundo
marginal.
“Caño dorado”
por momentos nos hace acordar a “Ciudad de Dios” (2002) por toda
la carga de vejaciones y marginación que se va viendo. La música y el lenguaje
lunfardo le dan credibilidad. En boca de los personajes se escuchan todo el
tiempo los siguientes términos tumberos y lunfardos: gato, chabón,
birra, faso, pedo, solo por citar algunos.
Eduardo Pinto,
que ya antes había dirigido “Palermo Hollywood” (2004) se va al
otro extremo de la realidad y de la vida. La estética que predomina todo el
tiempo es el ambiente pesado, con muy buenas actuaciones de todo el elenco que
durante los 103 minutos de metraje no nos dejan respirar de la tensión que
contagia.
“Caño dorado”
es una realización que durante todo su desarrollo bordea una realidad que no es
ficción.
Párrafo aparte para la fotografía, las escenas de
violaciones y los desnudos. Lo que se ve ocurre a diario en el país, aunque
muchos cierren los ojos.
Calificación: Muy buena. (Marcelo
Oliveri)
|
Buenas acogidas en Mannheim para los films latinos "Caño dorado" y "La lluvia y la noche"
Escrito por © Katarzyna Ozga (Mannheim)-NOTICINE.com
Domingo 08 de Noviembre de 2009 18:12
Las
dos cintas latinoamericanas en competencia dentro del apartado oficial
del 58 Festival Internacional de Cine de Mannheim-Heidelberg, la
argentina "Caño dorado", de Eduardo Pinto, y la colombiana "La sangre y
la lluvia", de Jorge Navas, han tenido buenas acogidas en este certamen
alemán de primeras y segundas realizaciones que se desarrolla desde el
pasado día 5 y hasta el próximo 15 de noviembre.Domingo 08 de Noviembre de 2009 18:12
En "Caño dorado", Panceta es un joven obrero que trabaja en una fábrica de caños de luz y vive con su madre, viuda en los suburbios del Gran Buenos Aires. Con los sobrantes de los caños, fabrica en la herrería que ha heredado de su padre armas caseras que vende a los delincuentes, entre ellos al Tacom, un capo mafia del ambiente de las bailantas.
Se considera Panceta una especie de moderno Robin Hood a través de su negocio, pero está encantado del dinero que obtiene. Un día se enamora de Clara, una adolescente que trabaja en una sociedad de fomento, y la invita a ir a pescar. La familia de ella, que ignora su paradero, recurre al Tacom, quien no simpatiza precisamente con Panceta y a la vez está también atraído por Clara.
El estilo del film de Pinto combina una primera parte de estilo documental, con un montaje febril, y se vuelve más ficticio hacia el final. Se nota la influencia de la previa experiencia de su autor en la publicidad y los video-clips musicales. No en vano Eduardo Pinto fue galardonado en los premios MTV por "Color esperanza", de Diego Torres. Destaca en esta oscura y pesimista historia la interpretación del actor Lautaro Delgado (Panceta).
"Caño dorado", que se presentó hace un año en el Festival de Mar del Plata, tiene ahora en este certamen alemán su oportunidad internacional. Para su director, que escribió también el guión, su película habla de "una realidad áspera, difícil. Ante este panorama, la fe se transforma en usina de vida. Santos y vírgenes mezclados en un gran cuadro. Fuego, agua y sangre, mezcla de colores y formas donde el amor por Clara es refugio de Panceta, nuestro personaje principal, desde su mirada se cuenta la película. Un cuadro de rojo, celeste y blanco donde no existen buenos ni malos. Todos mezclados como personajes del Bosco. Donde cada uno hace lo que puede para sobrevivir, para sacar su mejor tajada. La película es una invitación a esta pintura surrealista de una realidad argentina que pocos conocen".
Más dilata ha sido al experiencia internacional de "La sangre y la lluvia", una de las más ambiciosas novedades del cine colombiano en 2009. Filmada durante una larga noche bogotana, reune a un taxista cuyo hermano fue víctima de un arreglo de cuentas entre bandas callejeras, y corre riesgo de sufrir la misma suerte, y su "clienta", Angela, una "princesa de la noche" adicta a la droga. Dos seres desconocidos hasta entonces que comparten un destino trágico.
El debutante Jorge Navas exhibe una maestría en la realización, con bellas imágenes que arropan una historia sencilla pero que atrapa, a pesar de algunos pequeños fallos de guión. Prometedora resulta la interpretación de Gloria Montoya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario